Título: The Wolverine
Director: James Mangold
Escritores: Christopher
McQuarrie
Productores: Hugh Jackman, Hutch
Parker, Lauren Shuler Donner
Elenco: Hugh Jackman, Rila Fukishima, Tao
Okamoto
Popcorn Movies Rating: 6
Wolverine sin emoción
Por: David A. Maldonado Hernández
Definitivamente esta no es la película de Wolverine
que todos esperábamos, se queda sin historia y tiene demasiadas escenas lentas.
Han pasado los años desde los eventos de X-Men: The Last Stand donde Logan/Wolverine
(Hugh Jackman), asesina a Jean Grey. Desde entonces el mutante vaga por el
mundo, atormentado por sus actos y su inmortalidad, jurando no volver a hacerle
daño a nadie. Claro que el juramento dura unos 5 minutos, pues Logan es un
busca problemas y rápido hace lo que mejor sabe hacer. Una noche le llega una
invitación, despedirse de Yashida, un hombre al que en el pasado Wolverine
había salvado la vida y ahora moría. Con la invitación llega una oferta, hacer
a nuestro héroe mortal.
Lo primero que está mal en The Wolverine y fuera de la continuidad del espacio y tiempo es que
de hecho Logan recuerda quién es Yashida. Estamos hablando de un compañerismo
que nació cuando Logan aun no tenía las garras de adamantium, por ende, es la
parte de su vida que no debe recordar. Claro, tal vez Logan recuperó todos sus
recuerdos, pero sucede que en ninguna de las películas de X-Men esto ocurre. La
última vez que se toca el tema de la amnesia de Wolverine es al final de X2, cuando Stryker le dice que puede
ayudarlo a recuperar su vida, y el mutante decide no hacerlo. Así que pasaron
los años y sin ninguna explicación en el mundo cinematográfico, Logan tiene
todos sus recuerdos, incluso los recuerdos de X-Men Origins los cuales sabemos perdió al final de la película.
Una vez superado el punto de la memoria mágicamente
recuperada, lo que realmente está mal con esta película es su historia. Carece
de una. El protagonista comienza a perder sus poderes para sanar y “no sabe por
qué” o mejor dicho, no sabe cómo es posible. Pero la historia no es sobre eso.
La historia es sobre un asunto de gangas japonesas persiguiendo a la nieta de
Yashida e intentando asesinarla. El segundo y tercer acto de la película es
Wolverine corriendo por todo Japón tratando de proteger a una mujer que no
conoce, a la que persiguen por una razón que es un misterio para el
protagonista, mientras por primera vez prueba un poco de mortalidad.
La realidad es que el libreto es demasiado débil. Una
vez más tenemos una historia demasiado simple para ser contada en 126 minutos.
De seguro 90 minutos eran más que suficientes. Obviando las escenas de acción,
el resto de la película cae en una monotonía que raya en lo aburrido, donde los
personajes se hacen las mismas preguntas una y otra vez sin nadie que las
conteste. Claro que la trama es tan predecible que resulta desesperante que
toda la sala sepa el meollo del asunto mientras que el protagonista no
encuentra las pistas que están en su cara.
Lo mejor que tuvo la película fueron las escenas de
acción. Fueron bastante satisfactorias pero carecían de emoción. No hay un
sentido de adrenalina en medio de las peleas. Ese efecto que se logra con una
combinación de música y peleas coreografiadas está ausente. Una balacera y
persecución increíble alimentada solo de sonido ambiental y varios instrumentos
japoneses sonando al azar. Aunque es lo mejor del filme, las escenas de acción
no logran exaltar a la audiencia. Para ser justos, una pelea sí lo logró, pero
no es la pelea en medio del climax ni la persecución que termina en un tren
bala. Es una pelea más, pero al menos logró emocionarme.
Las escenas dramáticas se sentían sobreactuadas de
parte del elenco japonés. Y la razón por la que se sentían lentas, al punto
casi del aburrimiento, es porque no hay mutantes en esta película. A algunos
fanáticos (no sé de qué porque de X-men evidentemente no son), les gustó que la
película no tuviera tantos mutantes. Pero una cosa son pocos mutantes y otra
cosa es que solo hay tres mutantes en toda la película y dos de ellos no tienen
tratamiento dentro del desarrollo de personajes. El tercero, por si se lo
preguntaban, es Wolverine.
La razón por la que la publicidad la está llamando “la
película de Wolverine que todos esperaban”, es porque tiene un tratamiento más
crudo que la anterior. Por primera vez le vemos sangre a las garras de
Wolverine. El protagonista recibe varias heridas que de las que brota la sangre
y hay una toma donde el héroe se quema la piel y se ve asqueroso mientras sana.
Ese es el único elemento especial en esta cinta. Si le eliminas esto solo queda
una historia que pudo contarse en forma de cortometraje como parte de los “special
features” de Days of Future Past que
estrena en el 2014.
Hablando de eso, hay una escena en medio de los
créditos que da pie forzado a la cinta del 2014. Debo decir que cuando acabó la
película el cine estaba en silencio, pero cuando acabó esa escena que duró unos
cinco minutos, el público comenzó a gritar y aplaudir eufóricamente.
Es triste que ambas película de Wolverine hayan
carecido de un buen guión pero (y no puedo creer que diga esto), Origins tuvo más historia y emoción que
esta. No culpen a Jackman, el sujeto sigue demostrando que es uno de los
mejores actores de Hollywood y que el personaje de Logan fue creado para él.
Tampoco culpen al personaje, porque Wolverine es uno de los mejores personajes
de Marvel y tiene mucho potencial para tener su propio “solo movie”. La culpa
la tienen los escritores que no supieron desarrollar una historia satisfactoria
y el director que parece que desarrolló este proyecto sin emoción alguna.
Con las cosas como están esta no es una película que
recomiendo ir a ver, a menos que (como yo), sean fanáticos fieles de la
franquicia de X-Men. No van a odiar la película, pero tampoco les va a gustar.
Solo saldrán de la sala como si no hubieran visto nada. A menos que vean la
escena extra, en cuyo caso saldrán de la sala hablando solo de esos 5 minutos.