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viernes, 6 de julio de 2012

The Amazing Spider-Man




Título: The Amazing Spider-Man
Director: Marc Webb
Guionistas: James Vanderbilt, Alvin Sargent, Steve Klove
Productores: Avi Arad, Matthew Tolmach, Laura Ziskin
Elenco: Andrew Garfield, Emma Stone. Rhys Ifans, Denis Leary

Reboot con su propia personalidad
Por: David A. Maldonado Hernández

Comienza nuevamente la historia de uno de los súper héroes más reconocidos del mundo de los comics, y no tiene nada que envidiarle a su predecesora.

The Amazing Spider-Man va más profundo en la historia de Peter Parker, quienes eran sus padres y por qué no están con él. Buscando respuestas Peter es mordido por una araña radioactiva en Oscorp. En cuestión de horas desarrolla unos súper reflejos y la habilidad de escalar paredes. Él mismo diseña unos disparadores de telaraña y tras la muerte de su tío decide convertirse en el vigilante Spider-Man.

Este reboot de la franquicia tiene su propio estilo, distinto a las historias contadas anteriormente por Sam Raimi. Aquellos que temían que la película se pareciera demasiado, o se alejara demasiado, pueden dormir tranquilos sabiendo que es un balance perfecto, literalmente una historia distinta, aunque fundada por en la misma base. Para empezar, Peter se mantiene en la escuela todo el tiempo y no llega a trabajar al periódico. Ya no hay más Mary Jane, sino que regresamos al verdadero primer amor de Peter que es Gwen Stacy. Y lo más importante, se habla sobre sus padres y Peter busca descubrir quienes eran realmente.

La película tiene sus fallas, porque nada en la vida es perfecto. James Horner hizo el peor trabajo musicalizando una película de héroes que he escuchado. Muchas escenas carecieron de sentimentalismo porque el sujeto usó la misma mezcla para todo. Parece que lo escribió en dos semanas y siguió al siguiente trabajo. Por otra parte, la historia tiene tantos elementos que no logra profundizar en ninguno. A tal punto que el personaje mejor desarrollado y más profundo es Dr. Curt Connors (Lizard), y casi opaca al mismo Peter Parker. Se quedan muchas preguntas sin contestar y la más importante (que no voy a mencionar), era material para una sola película y, evidentemente, van a seguir sacándole cola. Solo espero que tenga un buen giro en las secuelas.

No puedo decir que es un libreto escrito a la perfección. Al tener tanto material distinto, pareciera que comenzaron a escribir y de repente sintieron que era muy largo, picaron y dejaron el resto para la próxima. Me refiero a que la película empieza por una línea y termina por otra completamente diferente. Solo que con la escena extra en los créditos logran salvar un poco del tema del principio.

Pero hay cosas buenas. Comenzando por las actuaciones. Andrew Garfield logra hacer escenas de llanto sin verse ridículo, como le sucedió a Tobey Maguire. La Gwen Stacy de Emma Stone no es una damisela en peligro como Mary Jane. El capitán Stacy (Denis Leary), es tremendo personaje, con una personalidad digna de respetar. Y Rhys Ifans hizo un trabajo espectacular como el villano, pero es redundar, porque hablamos de uno de los mejores actores que tiene Hollywood.

Aunque la vi 2D, la fotografía parece ser una que se deja ver en 3D. Muchas escenas son de noche, lo que hace los efectos más económicos, pero usan colores brillantes. Los efectos se vieron bastante decentes, un poco flojos en algunas escenas, pero Lizard quedó de maravilla. Me parece que el director Marc Webb hizo un buen trabajo con el ritmo de la película, entre drama, acción y los comic relief necesarios para bajar la presión, pero no se abusan de ellos. Y el arco dramático es uno bastante fuerte, bien desarrollado y perfecto para lograr una secuela aún mejor. Espero que a eso apunten, porque tienen todas las fichas necesarias para hacer una secuela inolvidable.

Debo admitir que no extrañe “with great power comes great responsabilities”, pero sí al final añoré la narración de cierre que da Peter al final de Spider-Man (2002). Aunque está muy bien balanceada, con personajes sumamente bien trabajados, y, lo más importante, es entretenida, debo decir que no tiene un “uff momento”. El “uff momento” es este momento tan sensacional que te dan deseos de aplaudir y gritar. Lo vemos en Spider-Man cuando Green Goblin va a asesinar al héroe y amenaza con matar a Mary Jane. En Spider-Man 2 es cuando Octopus secuestra a M.J. y Peter recupera sus poderes levantándose de los escombros. Y en Spider-Man 3 (aunque la odien), sucede cuando Peter se arranca su traje negro y cuando Harry llega a ayudarle contra Venom. Esos fueron “Uff moments” y no los tiene esta versión.

A pesar de uno o dos defectos, es digna de verse en el cine porque vale el dinero y no decepciona. Es otro de los “must see” del verano y te va a dejar loco por que llegue la secuela. Pero por favor, despidan a James Horner y traigan a alguien con más imaginación. ¿Henry Jackman o John Powell tal vez?

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