Silent House

Título: Silent House

Director: Chris Kentis, Laura Lau

Escritor: Laura Lau, Gustavo Hernández

Productor: Laura Lau, Agnés Mentre

Elenco: Elizabeth Olsen, Adam Trese, Eric Sheffer Stevens.

Suspenso en tiempo real.

Por: David A. Maldonado Hernández

A lo largo de esta película se va creando un ambiente de tensión en la audiencia por querer saber lo que está sucediendo, pero la realidad es que no es la gran cosa, solo que detrás de la filmación en tiempo real, hay una historia que contar.

Sarah (Elizabeth Olsen) es una joven que junto con su padre John (Adam Trese) y su tío Peter (Eric Sheffer Stevens), arregla su antigua casa para venderla. El filme comienza una tarde cuando John llega a casa y termina 88 minutos después. Esta es la historia de lo que Sarah vive en la casa durante esos 88 minutos.

Solo tiene un puñado de actores que realmente no hace un buen trabajo. Las actuaciones de Trese y Sheffer se sienten forzadas y el esfuerzo de la menor de las hermanas Olsen deja mucho que desear. La verdadera estrella de esta película es la cámara. Toda la acción está filmada continua, sin cortes ni fast forward, es una hora y media de actuación y acciones sin parar. Esto es todo un reto para los directores y el equipo de producción, pero igualmente para Elizabeth Olsen quien está los 88 minutos delante de la cámara, es un esfuerzo grande de actuación y tal vez sea la razón por la que no sobresale.

Esta película es un remake estadounidense del largometraje argentino “La casa muda” (2010), escrito y dirigido Gustavo Hernández. Este a su vez es inspirado en hechos reales que tomaron lugar en Uruguay en los años 40. La película argentina fue también filmada en una sola toma.

Así que lo que tenemos es otra adaptación cinematográfica estadounidense de un filme hecho en otro país. No tengo nada en contra de este tipo de trabajos y de hecho regularmente veo y gusto más de las adaptaciones norteamericanas. Pero en este caso no vale la pena pagar por verla. Solo voy a decir que al menos no usaron el “inspirado en hechos reales” y “filmada en tiempo real” para terminar la película en la nada. Tuvieron la decencia y respeto por la audiencia de darle un final dentro del tiempo con el que contaban.