Jack the Giant Slayer

Título: Jack the Giant Slayer

Director: Bryan Singer

Escritores: Darren Lemke, Christopher McQuarrie, Dan Studney

Productores: David Dobkin, Ori Marmur, Patrick McCormick, Neal H. Moritz, Bryan Singer

Elenco: Nicholas Hoult, Eleanor Tomlinson, Ewan McGregor, Stanley Tucci

Popcorn Movies Rating: 7

Una aventura simple a escala gigante

Por: David A. Maldonado Hernández

Una buena aventura que se mantiene fiel a su época y con todas las características para un disfrute familiar.

Jack es un muchacho que creció bajo la leyenda de que los truenos eran causados por gigantes que vivían en el cielo. Cuando el muchacho crece es enviado por su tío a vender un caballo para poder arreglar su casa pero, en medio de un confuso altercado Jack termina sin caballo y con un puñado de habichuelas. Su tío, furioso, las arroja al suelo y Jack intenta recuperarlas, pero una se queda en el suelo y al recibir agua se convierte en un tallo gigante que llega hasta el cielo, llevándose a la princesa y dando acceso a la tierra de los gigantes.

En los últimos años una película familiar se ha resumido a las aventuras de súper héroes (las cuales los niños no entienden del todo), y filmes animados. Poco a poco se perdió el hacer películas con una buena aventura, personajes simples, entretenida y apta para todo púbico. Bryan Singer trajo de regreso a la pantalla un poco de magia donde existe la nobleza, el heroísmo y las buenas intenciones. El director logra contar una historia que el mundo está cansado de escuchar y convertirla en una aventura especial y decente para todos.

El guión está trabajado de manera bastante simplista, pero a escalas enormes (estamos hablando de gigantes señores). Sí debo decir que tiene ciertos giros inesperados (lamentablemente no puedo decir ninguno sin arruinar la trama), pero sí puedo decir que no son grandiosos, pero tampoco cae dentro del cliché que estamos acostumbrados a ver. Pongamos las cosas así: en esta historia no existen intenciones ocultas. Y eso es un detalle que ya no se ve en las películas. Hoy día todos los personajes se traman cosas y la audiencia nunca sabe quién es más malo que quién. Aquí al menos sabes exactamente quienes son cada cual. Es un toque Disney a una película de Warner Bros.

Los efectos especiales juegan un papel importante en la historia de la película. Si quieres que los gigantes se vean amenazadores, no podías usar modelos a escala, no, estos gigantes son creados por computadora y son horribles, asquerosos, pero se ven bien. Al menos se ven lo suficientemente bien como para que los actores parezcan que interactúan con monstruos de verdad. Es una dinámica interesante la que se da entre gigantes y humanos porque, aunque no interactúan mucho, lo hacen lo suficiente como para que le dé un toque de realismo y el espectador sienta que realmente hay una persona ahí.

Claro que, como toda película, no es perfecta. Las actuaciones no son impresionantes ni dignas de recordarse. Aunque tiene el estilo aventurero de Pirates of the Caribbean, no tiene la actuación de Jack Sparrow. Ese es el precio a pagar cuando tienes unos personajes simples, las actuaciones se quedan igual. La mejor actuación es la de Ewan McGregor, el sujeto tiene una personalidad cómica porque parece ser un principito delicado (no es un príncipe), que teme a ensuciarse, pero resulta que el sujeto es un guerrero y nunca pierde esa personalidad refinada a pesar de la situación. Eso sí, siempre vale la pena mencionar el trabajo de voz de Bill Nighty. El sujeto ya está acostumbrado a hacer voces así que su tonalidad es la de un verdadero líder gigante.

El estilo de Jack solo puede ser comparado con el de Pirates of the Caribbean, pero esto no es Pirates. La película no es tan buena como la primera Pirates, pero debo admitir que es mejor que la cuarta. No sé si sea refrescante salir un rato del Caribe e irnos a la Tierra Medieval de Inglaterra, pero sí es mejor que On Stranger Tides. Probablemente muchos la odien por ser simple, pero en el mundo donde vivimos una aventura familiar simple vale más que el intento de una visión adulta de los cuentos de hadas.