Etiquetas

sábado, 9 de marzo de 2013

Oz the Great and Powerful




Título: Oz the Great and Powerful
Director: Sam Raimi
Escritores: Mitchell Kapner, David Lindsey-Abaire
Productor: Joe Roth,
Elenco: James Franco, Mila Kunis, Rachel Weisz, Michelle Williams
Popcorn Movies Rating: 7

Versión post-Pirates of the Caribbean de Oz
Por: David A. Maldonado Hernández

Divertida, entretenida y vale la pena verla pero, no tan grandiosa como muchos esperaban.

1905, Kansas. Hay una feria rodante en el pueblo y entre las atracciones está Oz, el poderoso (James Franco). No es otra cosa más que un charlatán y farsante que vive de engañar a todos, a las mujeres para aprovecharse de ellas y a la gente para quitarles su dinero. En medio de su descubrimiento como el fraude que es, Oz se sube a un globo para huir y es interceptado por un tornado que lo lleva a la tierra de Oz. Un lugar mágico, con brujas, ciudades de porcelana, hadas de río y una profecía que dice que un día llegará un mago con el mismo nombre del reino para liberarlos de la bruja malvada.

Visualmente, esta película es genial. El primer acto es completo en blanco y negro en un formato de 16mm que es demasiado pequeño para la pantalla. Lo genial de este primer acto es que el director Sam Raimi se encargó de hacerlo lo más parecido a The Wizard of Oz (1939), posible. El diseño de producción de esas escenas se ve tan falso como el de la película del 1939. Pero una vez entramos al mundo de Oz todo se vuelve a la mejor definición posible, y comienza la aventura digna de Disney, pues te sientes en una de las atracciones de sus parques temáticos.

Los efectos especiales son de admirar, dignos de una producción de $200 millones. Mucha de la técnica que se usa deja en evidencia que valdría la pena verla en 3D (aun cuando yo la alcancé en 2D). Y si se puede apreciar en Imax 3D, debe de ser una experiencia única. Claro, nada se ve real. Ese es el punto de Oz, son criaturas imaginarias, no se supone que parezcan reales, pero sí mágicas y así es como se ven.

Las actuaciones del elenco son difíciles de apreciar. El personaje de Oz es un completo patán, un farsante, todo es un show para él. El sujeto no sabe cuando dejar de actuar. Aunque James Franco hace un buen trabajo con esta personalidad, es difícil apreciarlo porque pasa tanto tiempo en pantalla fingiendo que la mayor parte de su actuación de ve falsa, como su personaje. Pero hay otras escenas, unas pocas, en las que podemos apreciar la verdadera personalidad de Oz y es ahí donde Franco hace un buen trabajo. Lo mismo sucede con Rachel Weisz, sus personajes actúan de maneras tan distintas que no se puede apreciar lo que es buena actuación y lo que es pésimo esfuerzo por representar lo que no es.

Michelle Williams y Mila Kunis son quienes traen un poco de serenidad a la película. Sus personajes no andan cambiando de personalidad cada 5 segundos y se mantienen firmes en su personalidad. Aunque sabemos que los personajes de una película tienen que cambiar de algún modo. Junto con la voz de Zach Braff, como el mono alado, vemos la verdadera naturaleza de Oz a través de él y esto abre paso a actuaciones serias y divertidas.

El defecto mayor de la película es su duración de unos 130 minutos. Se sienten todos los minutos, lo que refleja que la película (aunque tiene una buena historia), fue más larga de lo que debió ser. Si piensan en la película original, esta tiene más o menos la misma fórmula, quiere decir que tenemos unos 30 minutos de sobra en esta precuela. No es que se vuelva aburrida, pero llega el momento en que la audiencia pide a gritos acción. No necesariamente hechizos y rayos y burbujas, sino el tipo de acción que hace que las cosas pasen más rápido. Después de todo, la primera es un musical, en esta hay apenas media canción, ese tiempo de música debieron haberlo utilizado con más aventura que solo ver que tan maravilloso es el mundo de Oz.

El momento más memorable de esta película es la entrada de la bruja malvada, tal como la recordamos de la original, verde, nariz grande, sobrero de punta y vestido negro. Su entrada ciertamente es digna de una película de Disney. Pero por otro lado, si son como yo, llegarán a odiar al personaje de Oz, sencillamente es demasiado tarado.

La recomiendo para pasar un buen rato, no se van a aburrir y sencillamente es mucho mejor que la Alice in Wonderland del 2010. Si esa les gustó, esta les va a encantar. Falta decir que, aunque este será su primer fin de semana en los cines, ya Disney ordenó escribir una secuela, la cual Sam Raimi dijo que no haría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario