Título: Fast &
Furious 6 (aka Furios 6)
Director: Justin Lin
Escritores: Chris Morgan
Productores: Vin Diesel, Neal
H. Moritz, Clayton Townsend
Elenco: Vin Diesel,
Paul Walker, Michelle Rodríguez, Jordana Brewster, Tyrese Gibson, Ludacris
Bridges, Sung Kang
Popcorn Movies Rating: 8
Justo cuando pensabas que no podía ser más grande
Por: David A. Maldonado Hernández
No solo “The Rock” se ve más grande, toda la película
se eleva a un nivel masivo, nunca antes visto en esta franquicia.
La película comienza más o menos donde dejamos Fast Five. Dom (Vin Diesel), y Brian
(Paul Walker), corren por las calles compitiendo entre ellos, gozando de su
libertad gracias a que no los extraditarán desde ahí. Tal como vimos al final
de Fast Five, la cosa se complica
cuando Hobbs (Dwayne “The Rock” Johnson), le muestra una foto de Letty a Dom.
Entonces el equipo debe reunirse de nuevo para recuperar a su no-tan-muerta
amiga e intentar limpiar sus expedientes y así poder regresar a casa.
Definitivamente la pregunta que deben hacerse los
creadores de la franquicia de Fast and
Furious es: ¿Cómo podemos hacer esto más grande? Porque cada película viene
con más acción que la anterior. Claro que hay una línea entre hacer las cosas
grandes y hacer las cosas exageradas y aquí es a donde llega Furious 6 (según el intro de la película
ese es el título). Básicamente ya no hay carreras (bueno, sí hay UNA única
carrera). Fueron reemplazadas por múltiples escenas de persecución, cada una
más violenta que la anterior. Literalmente, todos los personajes sobreviven al
menos a un choque que era para haber acabado con las nueve vidas de un gato. Y
ellos, claro, salieron sin un rasguño. Entre eso y cierta escena en cierto
puente con ciertos personajes volando por los aires, llega el momento en que la
frase “que embuste” deja de ser útil.
Dicho esto, queda claro que no estamos hablando de una
obra de arte ganadora de premios Oscar ni nada por el estilo. Hablamos de la Die Hard de los carros. Las secuencias
de autos son impresionantes y están llenas de emoción. Todas mantienen a la
audiencia al borde el asiento. Una cosa es clara, los fanáticos saldrán
satisfechos.
La historia es decente, bastante simple. Los motivos
para que el equipo ayude a Hobbs son claros y justificados. Hay unos giros y
unas conclusiones un poco predecibles, pero necesarios para la trama. La
explicación para traer a Letty (Michelle Rodríguez), es bastante razonable y hace
que de conecten las tramas de la cuarta película con esta. Lo que debe quedar
claro sobre la trama, el desarrollo y la conclusión del filme es que está hecho
para complacer al público, en otras palabras sucede exactamente lo que la
audiencia quiere ver. Así que si le dan mucha cabeza a ciertas decisiones
quedarán decepcionados, por lo que es mejor ignorarlas (por difícil que sea).
El tema central es la familia, y el elenco ya empieza
a sentirse como una familia. En la quinta película todavía teníamos varios
personajes conociéndose, pero aquí ya son amigos, son unidos, y la química que
se siente entre los actores es producto de pasar varios años trabajando juntos.
Incluso “The Rock” se siente como parte de la familia. Esta vez se une un nuevo
villano, Sebastian Shaw (Luke Evans), que es un hueso duro de roer. Es un
villano mucho más sólido que los anteriores, porque por primera vez la
franquicia se aleja de los traficantes y se mete con un sujeto que es más del
tipo terrorista. Eso, combinado con que Evans es uno de los buenos actores que
se han estado levantando en los últimos años, hace que este villano sea
memorable (al menos más que los últimos 4, que eran… Exacto).
Universal Pictures confirmó que el año que viene
estrena la séptima película, por lo que deben esperar un final abierto. Bueno,
el final es cerrado, pero hay una escena justo antes de los créditos que lo
vuelve a abrir. La escena es una que se espera desde la cuarta película y nos
presenta al próximo villano que dejaré a todos emocionados y hace una
declaración para Fast & Furious 7: Va
a ser aun más grande.
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