Título: Broche de Oro
Director: Raúl Marchand Sánchez
Escritor: Raúl Marchand Sánchez
Productor: Frances
Lausell, Joe Ramos
Elenco: Luis Omar O’Farrill, Jacobo
Morales, Adrian García y Diego de la Texera.
Una película puertorriqueña con enfoque comercial
Por: David A. Maldonado Hernández
Broche de oro es un adelanto del cine puertorriqueño
como producción, historia y estilo.
Un día Carlos (Luis Omar O’Farrill), va con su padre a
visitar a su abuelo Rafael (Jacobo Morales), al asilo católico, para notificarle
que se mudarán para Orlando. Carlos no está contento con esta noticia y no
quiere dejar a su abuelo solo en Puerto Rico, así que decide robarle el carro a
su padre para llevar a su abuelo y sus dos amigos, Anselmo (Adrian García), y Pablo
(Diego de la Texera), a dar un paseo por Piñones y de paso participar en una
competencia de surf.
Desde que la película comenzó me llevé una sorpresa.
¡Descubrieron se puede musicalizar una película! Algo que rara vez ocurre en
una producción puertorriqueña, la música juega un papel importantísimo en el
relato. Mejor aún, no solo tienen música interpretada por bandas, sino que
contrataron a un compositor (Gerónimo Mercado), para hacer una melodía original
para el filme. Esto fue clave para demostrar el avance en calidad de producción
que ejerció la película.
Visualmente se ve excelente. Los colores súper
brillantes, resaltando lo verde de la Isla, la arena de la playa y el agua. La
fotografía trabajada por Sonnel Velázquez es clara, no tiene tomas oscuras, ni
muy brillantes. Se puede apreciar que usaron cámaras de alta calidad y un
sistema de edición de colores profesional. El director Raúl Marchand Sánchez
hizo un excelente trabajo en el aspecto técnico. Tiros de cámaras cerrados, lo
que permite apreciar los rostros de los personajes y, mejor aún, hace que se
hagan cortes continuamente y esto mantiene un ritmo digno de una comedia.
Por último, la tercera evolución técnica fue el
sonido. En el pasado las películas puertorriqueñas han tenido un pésimo sonido.
Los diálogos no se escuchan con claridad y la música, viento y efectos de
sonido sobre pasan la voz. Estos problemas no son escuchados en Broche de Oro. Todo el tiempo las voces
son fuertes, claras, lo más importante de la película. Esto ayuda a que el público
entienda lo que está sucediendo todo el tiempo.
La historia es una refrescante. Al fin algo que no
tiene que ver con criminales, abuso, alcohol, drogas y pobreza. Me arriesgaré a
catalogarla como algo “diferente”, no solo en Puerto Rico, sino a nivel de
Estados Unidos. La razón es que no es común ver una película protagonizada por
una ganga de viejos haciendo locuras. Completamente divertida. Te saca las
carcajadas sin entrar en lo charro y sucio. Se hacen comentarios y chistes de
índole sexual a menudo, pero nunca de una manera chabacana. Las palabras malas
se usan solo en momentos donde es lo mejor y no todo el tiempo. En general,
este filme no tiene una clasificación, pero yo diría que entra dentro de la
categoría PG-13.
Como toda buena película no es perfecta. Dentro del
guión hay muchas líneas que sobran. Si podemos ver la expresión del personaje,
no necesitamos que lo diga. Hay un intento de historia romántica que sobra
completamente, y solo sirve para demostrar que el peor personaje fue Sofía (María
Coral Otero Soto), y probablemente la peor actuación. También ocurre algo sin
explicación en la guagua de la monja que está buscando a los viejos (no voy a
dar más detalles). Obviamente, si no tiene explicación solo sirve para
confundir. Y lo más bajo que cae es un “voice over” al final de la película
para decir dos líneas que no hacían falta (solo hay “voice over” en esa
escena). Este es el último recurso que usa un escritor para explicar algo que
no logró con las imágenes, y fue una pena tener que verlo, porque no era
necesario.
Una vez más queda claro que hace falta taller en
Puerto Rico de actuación para cine. Jacobo Morales podrá ser buen actor
(personalmente no me encanta), pero su técnica es obvia que es para teatro.
Habla de una manera tan implacable que no parece real. Luis Omar claramente domina el drama y luce bien en la pantalla, su química es buena con los compañeros mayores, pero no de la misma manera con los de su generación. El joven va por buen camino, pero podría mejorar para tener más presencia cuando está junto a los actores con más experiencia. Por el contrario, Adrian García y Diego de la Texera, no solo tienen
los mejores dos personajes, también hicieron el mejor trabajo. Los mejores
momentos cómicos los brindan ellos. En general, es el talento joven el que
necesita pulirse. No por ser jóvenes hay que pasarles la manita, porque hay
excelentes actores juveniles en Hollywood y Europa. Pero creo que van por buen
camino.
Finalmente veo una película hecha en Puerto Rico con
una visión comercial. Fácilmente podría exhibirse en otro país y se la
disfrutarían aún más que nosotros. Les aseguro que se van a reír en cantidad.
El fin de semana que estrena Resident
Evil V, Finding Nemo 3D y Hit and Run, creo que los cinéfilos
deberían escoger Broche de Oro, no
por ser puertorriqueña, sino por ser una buena película.
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