Título: Chasing
Mavericks
Directores: Michael Aptep, Curtis
Hansom
Escritores: Kario Salem,
Jim Meenaghan, Brandon Hooper
Productores: Curtis Hanson,
Brandon Hooper, Jim Meenaghan
Elenco: Jonny Weston, Gerard Butler
Rara vez vemos dramas deportistas tan profundos.
Por: David A. Maldonado Hernández
Un buen drama con excelentes escenas de surf,
personajes profundos y actuaciones respetables.
A la edad de 8 años Jay es rescatado de entre las olas
por Frosty, un surfista que resulta ser su vecino. Lo que a muchos niños
traumaría hizo crecer en Jay pasión por el deporte de las olas. Siete años
después, a la edad de 15 años, Jay descubre que los Mavericks (olas gigantes),
son reales y que su vecino las surfea. Jay le pide ayuda a Frosty para
sobrevivirlas y él accede solo para no tener su muerte en su conciencia.
Esta no es un “teen movie” de deportes, las cuales se
caracterizan por tener pésimas actuaciones, personajes un tanto planos y nada
de profundidad en la trama. Tal vez la razón por la que esta película no cae
dentro de esas categorías es porque está basada en hechos de la vida real, y
así como los seres humanos somos complicados, estos personajes también lo son. El
drama que hay entre ellos es de los más poderosos que se pueden ver en el cine,
familiares. Y para variar consiguieron actores de primera que ayudaran a
transmitir las emociones correctas a la audiencia.
Jay es un muchacho pobre, su padre lo abandonó cuando
era niño, su madre no logra mantenerse por ella misma. El pobre muchacho
trabaja turnos doble en una pizzería y todas las mañanas lucha con su madre
para que ella se levante y llegue temprano al trabajo para que no lo pierda… de
nuevo. No es el más brillante de su clase, pero no tiene problemas en la
escuela, no se mete en situaciones ilegales por causa de su situación. En
resumidas cuentas es un muchacho bueno. Frosty también es un tipo tranquilo,
que le gusta el surf y lo practica a espaldas de su esposa, aunque claro, ella
no es tan tonta. Frosty perdió a sus padres cuando era pequeño y no sabe cómo
ser un buen padre. El tipo le tiene pánico a ser padre, a acercarse a sus hijos
y tener una relación sana.
Esa es la situación dramática de los personajes
principales, y si eso no les parece suficiente para un drama bastante profundo,
deberían redefinir su significado de “profundo”. Pero no es suficiente tener
este tipo de personajes, hay que saber llevarlos a la pantalla. Para eso Gerard
Butler y Jonny Weston fueron elegidos. A mí me apesta ver protagonistas
adolecentes hacer un trabajo mediocre. Por fin dieron con una persona adecuada,
que no es una estrella, que no es tan bien parecido, pero que supo manejar
todas estas emociones complicadas del Jay de la vida real y transmitirlas a la
audiencia. Claro que con la ayuda de uno de los mejores actores de nuestros
tiempos logró sacar lo mejor de sí. La realidad es que Gerard Butler tuvo el
trabajo difícil, pero lo logró. Ser el tipo grande, musculoso, deportista,
alejado de sus hijos, pero que tiene un corazón tan enorme que la audiencia se
enamora de él (como personaje), no es tarea sencilla. El actor logra igualar el
marcador, no le roba trama ni tiempo en escena al protagonista, pero tampoco se
queda en las sombras, tiene su propia historia, su propio arco, su propia
exposición.
Una vez tienes historia, personajes y elenco bien
establecido lo demás no es tan difícil.
Solo necesitas un par se surfistas, corredores de patinetas, y escenas en el
agua que se vean reales para que todo lo que ocurra en ellas sea creíble. Esto
es California, mediados de los 90’s, la playa donde hay grandes olas no siempre
es la más bonita. Estas playas son feas, tienen muchas algas, donde ocurren los
Mavericks está lleno de piedras. Más sin embargo los directores lograron hacer
que esas escenas de surf, no solo se vieran reales, sino que se ven hermosas.
No creo que alguien salga de las salas de cine sin querer aprender a correr una
tabla entre las olas. Hay emoción en cada movimiento, propósito incluso al
deslizarse por las corrientes. La manera de cada personaje montar una ola
representa su propia personalidad y eso es el arte de practicar un deporte.
Definitivamente Chasing
Mavericks no es para todo el mundo, pero a todos se la recomiendo. Yo
supongo que su clasificación PG es lo que ha provocado que algunos críticos la
rechacen. Pero realmente a esa película no le hizo falta una palabra soez, una
expresión vulgar ni una gota de sangre para que fuera creíble y poderosa.
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