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Spyglass Entertainment
Título: The Vow
Director: Michael Sucsy
Guionista: Jason Katims,
Abby Kohn, Marc Silverstein, Stuart Sender, Michael Sucsy
Productor: Gary Barber,
Roger Birnbaum, Jonathan Glickman, Paul Taublieb
Elenco: Channing Tatum,
Rachel McAdams.
Un romance con los pies en la tierra.
Por: David A. Maldonado Hernández.
Es la perfecta película para el día de los enamorados
porque trata sobre volver a enamorarse de manera pura y realista.
La película narra la historia de un matrimonio que
sufre un accidente. Al despertar de un pequeño coma, Paige (Rachel McAdams), no
recuerda el último par de años de su vida, en el que tomó decisiones sumamente
importantes incluyendo el matrimonio. El problema es que ella no tiene ni idea
de quién es Leo (Channing Tatum), el hombre que dice ser su marido. Ahora Leo
tiene que ayudarla a recuperar su memoria a la vez que intenta enamorarla de
nuevo.
Es una historia decente y bastante romántica. Como en
todo guión que se respete, tiene personajes bien trabajados y realistas. Está
contada mayormente desde la perspectiva de Leo, y Tatum hace un buen trabajo llevándola.
Pero no todo el crédito es suyo dado que es el producto de un personaje que
hace conexión y se gana el cariño de la audiencia desde el primer minuto. Lo
mejor que tiene la historia es el punto de arranque. No hay rodeos en el
asunto, lo primero que vemos en la pantalla es el accidente que cambiará sus
vidas para siempre.
No es común ver personajes tan reales y legítimos en
una historia romántica. Esto hace que se convierta en un filme con un tono
distinto a los acostumbrados. No hay grandes problemas (mayores a los ya
existentes), no hay melodrama, ni grandes gestos. Solo es un hombre tratando de
re enamorar a su esposa y todos los obstáculos que se le presentan. Mantiene
todo el tiempo los pies en la tierra. Realmente no hay ningún momento en el que
pienses “por favor nadie haría eso” o “quedo lindo pero así no sucedería en
realidad”. Tal vez tuvo mucho que ver que es inspirada en hechos reales. No es
basada, hay una diferencia. Un filme basado es casi literalmente como sucedió.
Uno inspirado es que tomaron la idea de un suceso real e hicieron una
adaptación ficticia. Aún así lograron hacer el perfecto equilibrio entre
ficción y realidad.
Lo que no
lograron hacer bien fue evitar los rellenos. En un guión, se supone, una escena
lleva a la otra. Este caso suceden unas
cosas que no necesariamente mueven la película. No quiero delatar mucho sobre
la historia pero un ejemplo rápidamente es el uso de los “flash backs”. Cuando
comenzó pensé “perfecto, arrancó justo en lo interesante. Espero que no lo
dañen con un ‘flash back’”. Y eso fue justo lo que vino después. No eran
necesarios. Los personajes se ganan el cariño desde el comienzo. Lo interesante
es el qué va a pasar ahora y no el cómo llegaron hasta ahí. Porque de hecho, la
película trata sobre una persona que no recuerda cómo llegó hasta donde está.
Solo digo que pudo ser más interesante si los detalles de su relación nos lo
daban según avanzaba la película y no al principio.
Esta es una película para enamorados. Si no te gusta
San Valentín, no es para ti este filme. Porque todo lo que verás es amor y lo
que el amor es capaz de provocar en una persona. Si eres fan del romance, esta
es una buena película, es linda. Para los indecisos, solo diré que no es un
sufrimiento y al menos no querrán meterse en la pantalla para abofetear a
alguien.
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