The Two Towers: Rompiendo esquemas y abriendo nuevos caminos
Llegó diciembre el 2002 y mi cumpleaños era solo dos
días después del estreno mundial de The
Two Towers, secuela del éxito del año anterior, The Fellowship of the Ring. Mi familia reunió un par de mis amigos
y fuimos a ver la tan esperada secuela. Otras tres horas habían pasado y
abandonamos aquella sala tan emocionados como la abandonamos un año atrás.
Ya tenían la mitad de la carrera gana. Los productores
habían logrado enamorar a millones de personas con la primera película. Ahora
solo faltaba no caer en el síndrome de la secuela, la cual no brilla tanto como
la primera. No sé si el hecho de que los libros ya estaban escritor tuvo que
ver. O que se hayan filmado las tres cintas a la vez, pero aquella película
ciertamente echó a la basura en síndrome de la secuela.
El viaje de Frodo continúa y ahora está solo con Sam
en tierras desconocidas. Mientras tanto Aragon, Legolas y Gimli intentan
rescatar a Merry y Pippin de las garras del enemigo. The Two Towers elevó la trilogía a un nivel con más acción,
nostalgia, profundidad y emoción. Esta vez la temática es distinta, ya no se
trata del paso a la adultez de la primera película. Esta vez se trata de
mantenerse firme y no sucumbir ante la tempestad.
Two Towers, aunque
altamente ligada a su predecesora, se siente como una película distinta. La
razón es que se introducen nuevos elementos en todas partes. Empezamos con
nuevos personajes, con tanta importancia como la de los protagonistas. Galdalf,
Aragon y compañía llegan a Rohan para buscar ayuda y ahí se topan con que es el
pueblo el que necesita la ayuda. Entran personajes como la sobrina del rey,
Eowyn, quien tiene un interés por Aragorn, pero él no la acepta porque él ya
ama a otra. Tenemos al mismo rey de Rohan, Theoden, quien estuvo aprisionado
mentalmente y finalmente es liberado para guiar a su pueblo a la victoria. Son
personajes que los escritores se tomaron la molestia de trabajar con la misma
profundidad que los anteriores.
Por el lado de Frodo y Sam entonces aparece Gollum,
quien llegó a la pantalla para cambiar la historia del cine como la conocemos.
Gollum iba a ser creado completamente por animación en computadora. Pero luego
de ver lo buena que era la actuación de Elijah Wood y Sean Astin cuando Andy
Serkis estaba con ellos, el director Peter Jackson mandó a su equipo de efectos
especiales, WETA, a buscar la manera de desaparece a Serkis de la escena sin
tener que grabarla sin el actor. Esto abrió paso a una nueva tecnología que
provocó que James Cameron se levantara de su sillón y trabajase en una película
que 9 años más tarde se convertiría en la película que más dinero ha recaudado
en la historia del cine, Avatar.
Pero eso no es todo lo nuevo, también en Two Towers vimos escenarios nuevos.
Enormes estructuras, como la del palacio de Theoden que tardó 8 meses en
construirse y luego de 8 días de filmación fue demolido. Vemos también un
enorme pantano que luego de Peter Jackson intentar grabar en él, no le quedó
más remedio que recrearlo en un set, pero a una escala masiva. Por último está
el fuerte donde se libra la batalla final de la película, Helms Deep. Esa pared
de piedra enorme fue construida a los pies de una montaña y allí metieron
cientos de extras (todos maquillados) para grabar una escena de pelea, de
noche, bajo lluvia. Demás está decir que los enfermos fueron muchos.
The Two Towers es una película
difícil de mirar y de hacer, porque es el jamón del sándwich. Esta es la
película que va a empezar mal y va a terminar mal porque hay una tercera en
camino. ¿Cómo se logra que esta película guste cuando todo va a ser pura
maldad? La respuesta es un monólogo increíble por parte del personaje de Sean
Astin, Sam. Ahí él se pregunta cómo en las historias que les contaban de niños
los héroes seguían adelante después de todo lo que habían vivido. Cómo
encontraban las fuerzas para no sucumbir ante la tempestad. La respuesta es que
tenían algo en qué aferrarse. ¿Entonces a qué se aferran los héroes de The Two Towers? Sam dice que deben
aferrarse a que el bien y la bondad del mundo todavía existen y hay que luchar
por eso.
Han pasado 10 años desde que The Two Towers estrenó y ese mensaje tiene la misma fuerza que
antes. Hoy vemos las cosas malas que ocurren en el mundo y pensamos ¿Qué nos
puede hacer seguir adelante? La respuesta vino en una película de hace ya una
década. Seguimos luchando porque el bien y la bondad de las personas existen y
hay que seguir adelante para que prevalezca.
Ciertamente The
Two Towers empieza mal y termina mal, pero termina con un mensaje de
aliento para seguir adelante a pesar de.
Por: David A.
Maldonado Hernández
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