Taken 2

Título: Taken 2

Director: Oliver Megaton

Escritor: Luc Besson, Robert Mark Kamen

Productor: Luc Besson

Elenco: Liam Neeson, Maggie Grace, Famke Janssen

Se iguala el marcador

Por: David A. Maldonado Hernández

La misma fórmula, te sitúan en un ambiente familiar y de repente el mundo se pone de cabeza y es acción hasta el final.

Bryan Mills está tratando de ser un mejor padre, pero después de lo que vivió con su hija Kim, es un poco duro no ser un poco sobreprotector. Bryan va a Estambul a trabajar y cuando termina, es sorprendido por su hija y ex esposa que llegaron para pasar las vacaciones junto a él. Pero los familiares de aquellos que secuestraron una vez a Kim y Bryan asesinó, están buscando venganza y van tras él y su familia.

Cuando anunciaron Taken 2, todo el mundo pensó lo mismo: “le van a volver a secuestrar a la hija”. Con el éxito de Taken y la imagen de Liam Neeson por el cielo, esta noticia preocupó a muchos. Resulta que el creador Luc Besson logró encontrar la manera de justificar que la secuela de Taken fuese merecedora del nombre sin caer en el error de repetirse a sí mismo. Besson ha tenido altas y bajas en su carrera (Lockout no lo ayudó mucho), pero logró dar en el clavo con el personaje Bryan Mills.

Lo que hace que Taken guste es el protagonista. No es como John McClane que siempre está en el lugar equivocado al momento equivocado, y tiene este extraño impulso de hacer lo que es correcto. Mills no es así. Es un padre, tranquilo, que solo quiere estar ahí para su hija y alguien siempre tiene que ir a molestarlo. Me gusta mucho la idea de que no es “la maldición de Kim”, sino que la familia de la gente asesinada quiere venganza. Eso tiene mucho sentido, porque en una organización criminal como la que esos albanos manejan, lo más normal sería que el papá mafioso encontrara al asesino de su hijo. Aun más cuando el hijo fue al que ataron a una silla y electrocutaron a muerte.

En cuanto a acción, solo puedo decir: excelente. Esta es el tipo de película conocida como “no brainier”, porque no es filosófica, no es profunda, no hay nada más allá de lo que ves. Tipo malo, tipo bueno, tipo malo se mete con el tipo bueno, tipo bueno resultó ser un ex agente de la CIA que sabe matar. Me gusta eso porque es puro entretenimiento. Tiene su propio género en la industria, junto con Die Hard o Independence Day. Es la película que vas al cine a relajarte y dejar que ocurra lo que ocurra y gozártela porque los malos reciben lo que se merecen.

Realmente Taken 2 logró igualar a su predecesora. No la superó, porque son complementos una de la otra. En este tipo de películas no es requisito ver la secuela, porque regularmente no guardan más relación que el protagonista. Esta no es así. No viste la primera, vas a estar perdido. Y si viste la primera definitivamente vas a querer saber cómo termina la historia y no te decepcionará.

Demás está decir que la película está llenando todas las salas en Estados Unidos y Puerto Rico. Si son fanáticos del género de acción, ustedes deben de ser los que la llenen.